Sabía que me iba a gustar. Y escuchar este disco confirmó mi intuición. Canciones pegadizas, ritmos imposibles de no seguir con la cabeza, con los pies. Música de orquesta, a lo Alvy Singer.
Verlo en vivo todavía es una pendiente, es el destino que nunca me deja estar disponible los días en los que toca. Ya llegará ese día y me enarmoraré más de este señor y de su música.
Ideal para dejar de fondo una tarde de domingo cuando no te queda otra que estudiar y exprimís a fondo el "recreo" que te hacés para que tu cabeza no explote (como es el caso de mi domingo). Pero para otros domingos sirve y para otros días de la semana también, mientras estás ocupado con otra cosa que no requiere del 100% de atención (ejemplos: acomodando tu habitación, cocinando, pegando fotos en un álbum, buscando música nueva en internet).
Canciones favoritas: La guitarra y el bolsón - El tren de la canción - Fantasmas - Zamba del fin del mundo - Balada del mar salado.
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